lunes, 31 de octubre de 2011

14 Juillet, fiesta nacional

Bora Bora, Polinesia Francesa. Hoy es 14 de Julio, fiesta nacional en Francia. Polinesia francesa es territorio de ultramar francés, por lo que aquí también se celebra este día al igual que en el resto de dependencias de aquel país. 
En Vaitapé, a las 8 de la mañana tiene lugar una ceremonia de ofrenda a la bandera, presidida por el administrador de Francia en ultramar, el gobernador de Bora Bora, las omnipresentes misses, y numerosas otras autoridades, a veces un tanto pintorescas.
A diferencia de los desfiles de carácter militar que tienen lugar en París, aquí los desfiles los protagoniza el pueblo: bajo un sol de justicia, desfilan un sinfín de grupos de deporte y gimnasios de la isla, todo el personal de todos hoteles, los pescadores, los peluqueros, los médicos, las asociaciones de protección de los animales...todo el mundo pasa por la plaza y saluda a las autoridades. Hace un calor de mucho cuidado.

Finalmente, tiene lugar la carrera de portadores de frutas. Los concursantes cargarán con un fardo de frutas de 30 kg, meticulosamente pesado de antemano, durante un recorrido de varios minutos por el pueblo.



Al final, entrega de premios, alegría y bailes.

Los ganadores...muy contentos y orgullosos.


Tras un día intenso y caluroso, la gente se retira a sus casas cada uno con los medios que le pertocan:


Joyeux anniversaire!


Bora Bora, Polinesia Francesa. Hoy es día 13 de Julio, día de mi cumpleaños...gracias, gracias. Para celebrarlo, hoy me permito un extra y voy a cenar a un restaurante “caro”: el Bloody Mary’s, donde acuden todos los famosos que visitan la isla, no porque yo lo sea sino por el día que es hoy.
Como entrante me pido un pastel de calamar (especialité de la maison) y un pincho de atún crudo de plato principal. Para beber, una hinano, la cerveza local, cómo no!
Creo que es el primer aniversario que paso solo...sin pastel ni velas ni nadie a mi lado :-(



Heiva, 5ª noche de concurso

Bora Bora, Polinesia Francesa. Esta noche ha tenido lugar la 5ª y última noche de concurso de cantos y danzas en Vaitapé, con la actuación de los grupos Tiipoto (himené) y Anau (otea). En adelante queda solo la final de mejor bailarín individual y de mejor pareja de danza, que se celebrará el viernes y el sábado, respectivamente. Pero yo ya no estaré aquí, sino en Papeete para seguir el Heiva desde allí.
Aquí, todas las noches presiden el concurso el actual gobernador de Bora Bora, Mr. Gaston Tong Sang (foto de arriba) con el que me une una gran amistad ;-), miss Bora Bora (otra buena amiga ;-),  su delfín primero, miss Tahiti, y otras personalidades de la isla.
El primer día me senté en uno de sus asientos, en la primera fila, sin decir nada a nadie. Me colgué una corona de tiarés al cuello, y todos me saludaban y me daban la mano como si fuera un importante embajador de algún país remoto; ia orana e maeva, decían. Todo iba muy bien hasta que llegó una educada azafata y me preguntó a quién estaba representando. A continuación, me indicaba amablemente dónde estaba la puerta.
Una vez más, la noche ha sido un espectáculo de luz y sonido. Al finalizar la gente va como loca a hacerse fotos con los artistas. Aquí os dejo unas fotos.





Heiva, 4ª noche de concurso

Bora Bora, Polinesia Francesa. En el verano de 2002, mientras esperaba en la playa Matira para hacer el tour de l’îlle, se me acercaron unos niños. Al verme con la máquina de fotos me pidieron que hiciese alguna foto de su hermanita, a la que parecían adorar. Aquella niña tenía una mirada especial. Desde entonces, siempre que visito la isla voy a verla y le traigo algo de España. Vive en una casa muy modesta cerca de la playa. 
Cuando visité la familia años después, había crecido. Me dijo que quería ser bailarina. Practicaba en su playa:



Hoy, en la 4ª noche de concurso del Heiva, actuaba por primera vez en público, con el grupo de danza Tiipoto. Estaba hecha un flan. Su madre me pidió que le hiciese muchas fotos. 
Aquella niña, hoy ya toda una mujer, estaba radiante y bailó de maravilla.

Misa en Vaitapé

Bora Bora, Polinesia Francesa. Las misas en estas tierras son otra de sus maravillas. Fruto de campañas de evangelización cristiana a menudo algo turbias, los polinesios son creyentes. Celebran unos oficios religiosos radicalmente diferentes a los que estamos acostumbrados en nuestras tierras. 

Lo que más destaca son los himenés, cantos a capella, a grito pelado y con las venas marcadas en el cuello, normalmente a cuatro voces y de una gran armonía. Lo hacen en grupos distribuidos estratégicamente dentro del templo. Cada uno tiene su turno. La voz dominante es la femenina, mientras que los hombres marcan el ritmo con su tono grave.





Las mujeres y los hombres se sientan en bancos diferentes. Ellas acuden con sus gorros más vistosos, y ellos se visten con corbata y americana, que combinadas con las playeras les da un aspecto realmente curioso.






Durante el oficio, en este caso protestante, se suceden diversos discursos en tahitiano. Yo no entiendo nada, pero el orador debe de explicar anécdotas muy graciosas porque aquí dentro no paran de reírse. A la salida, el pastor y su familia esperan fuera para dar un beso a todos y cada uno de los feligreses. ¡Así da gusto!