domingo, 11 de marzo de 2012

Lanzarote


Haría, Lanzarote, Islas Canarias. Fue durante la semana santa de 1999, en compañía de unos amigos, cuando visité Lanzarote, la mejor cuidada de las Canarias. Tan bien cuidada que en 1993 fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.

¡Lo que puede hacer la voluntad y empeño de un solo individuo! Todo esa preservación y armonía que se respira por doquier en Lanzarote se la debemos a Cesar Manrique, que en 1966, de regreso a su natal Lanzarote proveniente de Nueva York , se propuso preservar el paisaje y la naturaleza de "su" isla. Desde los Jameos del Agua hasta el espectacular Mirador del Río con vistas a La Graciosa, o el centro de visitantes del Parque Nacional del Timanfaya, todo lo debemos al Sr. Manrique y sus gestiones con el cabildo.

Aquí os dejo, primeramente, un par de fotografías de los Jameos del Agua: la piscina y el anfiteatro en la cueva.

En el parque nacional de Timanfaya se cuentan hasta 25 volcanes. Las últimas erupciones datan de 1730. Adjunto aquí un párrafo sacado de la web que relata cómo ocurrió:

"El día 1 de septiembre de 1730, entre las nueve y las diez de la noche, la tierra se abrió en Timanfaya, a dos leguas de Yaiza y una enorme montaña se levantó del seno de la tierra", según el testimonio del párroco Lorenzo Curbelo. 


La isla se transformó por completo. Nueve pueblos quedaron enterrados (Tingafa, Mancha Blanca, Las Maretas, Santa Catalina, Jaretas, San Juan, Peña de Plomos, Testeina y Rodeos) y durante seis años la lava se extendió por la zona sur cubriendo un cuarto de la isla y llenando las vegas cercanas de cenizas volcánicas. En 1824 de nuevo comienzan la erupciones en Timanfaya, dando origen a los llamados Volcán de Tinguatón, Tao y Nuevo del Fuego. Se produjeron terribles hambrunas y buena parte de la población se vio obligada a emigrar. Desde entonces el paisaje se ha transformado gracias a las técnicas agrícolas de cultivo sobre lapillis volcánicos que los Lanzaroteños emplean para captar la humedad de los aliseos.

El interior de la isla alberga pueblos entrañables. Mi preferido es Haría, con sus palmeras y su volcán:
Pero lo mejor de Lanzarote, sin duda, resultó ser su isla adjunta, La Graciosa, uno de los secretos mejor guardados de España. Mañana os lo desvelo.

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