viernes, 20 de abril de 2012

Diksam, el interior de Socotra

Diksam, Socotra. Nuestra expedición se dirige hoy hacia el plató de Diksam, en el interior de la isla. En nuestro camino atravesamos bosques de dragos, árboles botella, agujas de piedra que recuerdan a nuestra Montserrat...en fin, un continuo de paisajes fuera de lo habitual, mientras en el 4x4 suena la música local. Los guías bromean entre ellos en socotrí, una lengua antiquísima emparentada a la que hablaba la reina de Saba.

En un momento determinado nos detenemos para examinar un árbol de la mirra, esa resina gomosa que se utilizaba antiguamente como ofrenda en los rituales paganos y también para momificar faraones.

Tras unas cuantas horas de marcha, de repente la tierra parece haberse desgarrado y nos muestra un cañón profundo. Tras descender lentamente por caminos pedregosos, finalmente llegamos abajo. Como si se tratase de un oasis sacado de los cuentos de aventuras, un río de aguas cristalinas fluye plácidamente entre las palmeras. Plantamos las tiendas y nos pegamos un baño en una de sus bañeras naturales.

En las laderas abundan los árboles botella que parecen brotar de las mismísimas piedras. No creo que exista un árbol más grotesco que éste sobre la faz de la Tierra.


Al anochecer, los alimoches permanecen atentos a nuestro alrededor, esperando poder dar con algún trozo de comida abandonada.

2 comentarios:

  1. Hace días que no visitaba tu blog, y hoy me encuentro con la agradable sorpresa de Socotra, para mi,aún sin conocerla, la isla entre las islas.
    Tengo entre manos, el libro de Jordi Esteva, así que ya te contaré...
    Un saludo,
    Chris.

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  2. Hola Chris, qué bien que vuelvas a estar por aquí. La verdad es que desde que me mencionaste Socotra hace unos meses, tenía pendiente escribir sobre ella. Fue tu comentario lo que me motivó a hacerlo pronto.

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