martes, 26 de junio de 2012

El Malecón de La Habana


La Habana, Cuba. Un larguísimo boulevard de más de 8 km recorre el litoral norte de La Habana: es el famoso Malecón (arriba en la foto, con el Castillo de los Tres Reyes del Morro de fondo).

Un ancho muro de cemento protege la avenida de las olas durante los ciclones. Lugar obligado de encuentro para todo habanero, aquí siempre hay alguien sentado descansando, charlando, ligando...o simplemente tocando la trompeta.

La avenida está bordeada de viejos palacetes, la mayoría desgastados y medio en ruinas. Siguiendo de este a oeste uno se encuentra con diversos edificios y monumentos, como el Hotel Nacional, la estatua ecuestre de Antonio Maceo, o la antigua embajada americana, hoy Sección de Intereses de Estados Unidos. Frente a este edificio, la noche del 6 de febrero de 2006 Fidel Castro izó 138 banderas negras, "una por cada año de lucha contra el Imperio", que obstaculizan la lectura de los mensajes provocativos que el gobierno americano proyecta en el quinto piso del edificio. Genial.

Prosigo el tour por la ciudad en mi taxi-coco y llego a la Plaza de la Revolución, con el majestuoso memorial a José Martí, héroe nacional y padre de la democracia cubana. Con 72.000 m2, ésta es una de la plazas más grandes del planeta.


Y el impresionante Capitolio Nacional, una imitación clarísima de su homólogo washingtoniano.


Y desde el coco-taxi descubro también esa otra Habana, la de los grandes edificios modernos e impersonales que, fieles al modelo soviético, rompen con la continuidad urbana.

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